lunes, diciembre 31, 2007

El año nuevo viene



Entre rayos de sol que entran por mi ventana puedo escuchar el susurro del viento, los pájaros cantan como cualquier mañana y el aire inunda mi cuerpo como siempre. Hoy otro año ya paso y el aire sigue siendo el mismo, ese precioso viento que acaricia rostros y mese las hojas con suavidad.

Desde mi ventana veo el rió que deja corre el agua tranquilamente, sin prisas, sin molestias, la tranquilidad que transmite el inicio de algo nuevo. Un año que puede estar lleno de risas, de lágrimas, de enojo, de caricias, de besos, de frases bellas. Aquellas frases que pueden inundar el aire de tantos sentimientos, un “te quiero” un “te extraño”, un “te amo”, esas frases que llenaran de lagrimas de felicidad, que llegaran al corazón y le darán alegría por comenzar este nuevo inicio, esta continuación.

Miro al cielo, a las nubes que bailan en el aquellas danzas olvidadas del cielo y adornan el plano azul de un hermoso blanco relajante. Haya viene el tiempo, que se aproxima a nosotros, que avanza con velocidades tan distintas para cada persona, el tiempo que a algunos les da miedo, a otros les apasiona y otros van tras el con tanta prisa que terminan por perderlo.

De nuevo el viento sopla, llenándome de ideas para este año y alimentándome el corazón de alegrías ¿Qué nuevas historias nacerán en mis letras? ¿Qué nuevas palabras se acomodaran en mi mente? ¿Qué nuevas inspiraciones aparecerán y cuales se quedaran?

El cielo le sonríe a los que ve desde arriba, pensando en que nuevas historias observara este año y que otras se repetirán…

domingo, diciembre 23, 2007

Una vez el fuego, la tierra, el agua






Era una vez el fuego

El calor que transmite con sus llamas de pasión, aquellas que susurran chispas que queman, queman de cariño o de ira. Las llamas que hacen cerrar los ojos por un momento, recordar calores preciosos, calores queridos. El fuego que sorprende y asusta cuando de la nada sale, el fuego que alegra cuando el frió asecha y el fuego que puede destruir.

A veces soy el fuego que va a ella para darle calor, para quitarle el frió y hacerla sonreír, a veces soy el fuego que alegra con su presencia. Soy el fuego que se controla y le da calidez. Ella sonreí con dulzura mientras el frió desaparece y recuerda la calidez del cariño.

El fuego que destruye con la ira, el fuego que salva con la calidez, dos afectos tan diferente y tan conectados. La llama que se mueve de lugar en lugar, controla su pasión para ayudar, descontrola su ira para destruir. Era una vez el fuego…

Era una vez la tierra

Recibe millones de pies sobre ella y con paciencia les sonreí, feliz de ver todos los que pasan, de ver rostros tan conocidos, rostros nuevos y rostros que se van. Envuelve a sus muertos en ella mismas y los hace parte de su ser, los habrá en ella y les da una vida como la de ella, los deja ver las cosas que ella ha visto por milenios. Se pinta de todos colores, desde cafés hasta oscuros, hace nacer millones de vidas y se encarga de regresarlas a ella. La tierra que sonríe al caminante, la tierra que absorbe al muerto.

A veces soy la tierra que le sonríe a su caminar, que la sigue a donde va y la vigila con cariño, a veces soy la tierra que le da de sus frutos para que sea feliz, para que crezca alegre. Soy esa tierra feliz de recibir personas y de verlas partir, por que se que regresaran.

Tierra de pasiones tierras de sonrisas que regresa a todos a su núcleo y que les sonríe al recibirlo, los abraza y los llena de alegría.

Una vez el agua

Cristalina y transparente, deja ver a través de ella, deja que vean su pureza, aunque de color cambie siempre puede regresar a ser transparente. Se adapta a la situación y sin queja se amolde a su frasco, cubre a los que llegan a ella y los deja nadar entre ella. La madre de la vida y la conservadora de mucha, donde seres nadan y viven en ella sonriéndole por mantenerse con ellos.

A veces soy el agua que cae del cielo, que la moja traviesamente y se escurre a través de su cuerpo, dándole caricias secretas que ni ella puede saber. Mojando su cabello lo toco con gotas, acaricio su rostro con el frió del agua que cae. A veces soy el agua que la nutre cada día, que la llena de salud y felicidad.

El agua que se mueve, que alimenta la tierra, que para el fuego furioso y acompaña al viento con la lluvia y se mueve con las nubes. El agua que cura y tranquiliza, que sonríe y se mueve a través del mundo. Una vez el agua…

sábado, diciembre 08, 2007

Una vez el viento

Moviendo pensamientos, pasándolos de persona a persona, moviendo el amor, la pasión, la calidez. El viento que pasa de persona a persona acariciándoles el rostro, el cuerpo y el corazón. Ese viento de colores sin ver, de voces silenciosas que susurran palabras dulces a los oídos de las personas que quieren escuchar.

Yo Soy el viento a veces y me muevo por las noches hasta su cama, la acaricio mientras duerme y le doy de mi calidez para que sueñe con comodidades y alegría. Yo soy el viento a veces y le sonrió en silencio mientras la veo dormir, le susurro a su oído las palabras que le encanta oír. A veces son el viento silencioso y amoroso, sin hablar digo miles de palabras, sin tocar, acaricio su piel.

El viento que vuela entre las ciudades, entre las personas entre las casas. El viento tranquilo que susurra, el viento furioso que grita de dolor, el viento amoroso que acaricia la piel. El viento…