viernes, mayo 22, 2009

Siempre hay una razon para cantar

Estoy sentado en el la orilla del techo y el amanecer se aproxima. El sol comienza a asomarse por las montañas y sus primeros rayos iluminan mi rostro, son tan cálidos, tan suaves y ahí viene la canción. Mi mente se activa, comienzo a tararearla “Here comes the sun, Little Darling, here comes the sun…”

Es ahí cuando recuerdo que siempre hay una razón para cantar. No importa que no sepas, deja que tu emoción se adueñe de tu voz y canta.

Una canción que sea alegre, triste, de amor, de rencor. Desahógate con la letra musicalizada por alguien en algún lugar del mundo. Deja salir tus problemas con tu garganta y termina sonriéndole a la causa de tu canción. Por que te inspiro a la tonada.

Cántale al sol, a la vida, al desamor, a la mujer, a tu novia, a tu hermano, a tu perro o si quieres al cielo. Pero sigue esa letra, alégrate un rato deja salir los rencores, llénate del ritmo de la melodía para después explotar en un grito en la frase final.

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